Muy a menudo pierdo la noción del tiempo.
Mantengo la mirada perdida, en algún rincón dónde debo recordarme a mí lo que realmente estoy pensando,… o lo que trataba de retener. Y una vez más, consigo olvidarlo.
Quizá sería una buena idea que me levantara, que tratase de hacer algo, pero estoy tan bien donde estoy que ya ni me doy cuenta de que un montón de gente se pasea por delante de mi corriendo, con niños entre sus brazos envueltos en mantas.
¿Por qué tanta prisa? ¿Por qué tantas carreras? Quizá está a punto de llover.
Puede que en algún momento nos demos cuenta de que no se disfruta nada, siempre tenemos prisa y no somos capaces de apreciar unos segundos de quietud, de sutil movimiento…
… Como el de la tela de mi pantalón, se mueve lentamente cada vez que un súbito golpe de aire decide acariciarlo. El brillo polvoriento de mis botas, el murmullo de sirenas y gritos de fondo y la paz en la que me encuentro ahora,… no tiene precio.
¿Para qué correr? Si ya no hay prisa.
SOLDADITO DE POLVO
Modelo/Estilismo: Eila C.
Maquillaje/Estilismo: Patricia N.
Lugar: Thuya BCN
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